Machín Patán regresó hace más de una semana y no me ha buscado. Mierda. Lo veo conectado, me lo imagino tan campante con los ricitos bailándole en el cuello. Difícil imaginar porque ha estado ignorándome. ¿Quién se cree, este tarado?
Ni siquiera lo pienso dos veces. Ataco. Hago click en su nombre y escribo:
Psst!
Hola
Hola
Me olvidaste? ¿Patán?
Noooo
Perdón
pero he andado como señora de Polanco
cuando no tengo trabajo, tengo más trabajo de Mamá
Jajaja
además estoy más pobre que el más pobre
un desastre
jajaja
Ja.
Si, un desastre.
Pero, estás bien?
siii
yo feliz
me dedico a cultivar mi salud y ser señora
que da mucho trabajo, más que en nuestro oficio
jajaja
Ah. No entiendo nada. ¿Señora? ¿De Polanco? ¿De qué mierda habla?
Porqué señora? No entiendo
voy a dejar a los niños a la escuela,
los recojo, los llevo a sus clases de flamenco,
fútbol, capoeira, pintura etc etc
Ah. Ja!
Y yo que me quejo de cuánto puede ser ñoño Muy Lindo. Ahora resulta que tengo que tratar con una señora, y de Polanco. Cristo bendito, lo que me faltaba; cruzo las piernas y me pongo a tono:
Pues fíjate que se rompió el amortiguador de la lavadora! Uy!
Una tragedia! el técnico no aparece.
Una tragedia! el técnico no aparece.
Esto de ser señora tiene sus matices del horror también.
Y me responde solidario; que si necesito me busca el número del técnico de la suya, que no llame a los servicios de póliza y mantenimiento porque eso siempre sale más caro y que si desde cuando no le hacía servicio…
No lo puedo creer.
Lo único que me queda claro es que se arrepintió. Me resisto a especular acerca de sus razones; ya poco importa. No vamos a arrugar las sábanas en el hotel cutre del columpio con corazones en la entrada. Buenísimo. No llegamos a amantes y ahora resulta que somos amigas. Qué mierda esta.