A Tj lo despierta su celular; soy yo que llamo una hora más tarde de lo acordado y acordamos vernos en breve. "Llego en 10 minutos" sentencio y él se mete a bañar.
Llego, baja a abrirme el garage, subimos juntos. Me confiesa que lleva 24 hrs sin dormir y que ha comido apenas. Ya no sé si sea buena idea este "3er encuentro". Es decir, hemos esperado 15 largos días para concretar este asalto de cama y ahora me detiene pensar que está cansado. "Qué tal que no se le para?" De cualquier modo ya estoy ahi, esperando recargada en la barra que divide la cocina del comedor, a que me sirva un vaso con agua. Es lo único que se me antoja beber después de que pasé 2 horas y 3 tequilas con mis amigas;
Estoy un poco borracha y eso diluye los nervios, la tensión contenida...
En segundos, está besándome, estoy besándolo, le busco el cuello con las manos,
me toma del rostro con las suyas, empezamos a gemir.
Sugiero cama pronto, se ríe y me habla del sofa, del juego previo. No lo necesito, lo arrastro a su cama gigante. Se tumba boca arriba, le levanto la camiseta y empiezo a besarle el torso. Recién bañado huele increíblemente bien.
Tuve la buena idea de ponerme una falda, de modo que no hay mayor obstáculo para que sus manos me recorran los muslos, las nalgas. Le toma nada darse cuenta que estoy mojada, completamente húmeda. 2 de sus dedos hacen maravillas y mis gemidos se escuchan más fuertes, las respiración entrecortada. Le muerdo los labios, su lengua recorre cada rincón de mi boca.
No es una de esas lenguas invasoras, rígidas. Por el contrario, me recorre apenas el paladar con la punta y adivina lo que quiero. Me muerde el labio inferior y parece que no puedo dejar de gemir.
"Quiero que me cojas" digo como una órden que también suena a súplica.
Sonríe, con esa sonrisa generosa. Demoledora.
Continuará....
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