Una mañana de enero despuntando apenas este 2010 me encontré navegando por la red un texto esclarecedor. La Naturaleza de la mente; y digo esclarecedor porque aprendí ciertos datos importantes: el cerebro humano genera poco más de 60,000 pensamientos cada 24 horas y la gran mayoría de ellos son negativos. La preocupación que nos asalta ante la llegada del estado de cuenta de la tarjeta, la colegiatura no pagada aún, la incertidumbre de vivir en un país erosionado por la infamia y el porvenir que quién sabe por donde viene, si es que viene.
Una cadena infinita de estos pensamientos prietitos donde de uno sale el otro y el otro y el otro; algo así como una madeja de estambre enmarañada sin principio ni fin. El nudo de la duda unido al desamor, el de la angustia con el de la rabia, la resignación atorada con el arrepentimiento.
Caí en cuenta que el único modo eficaz para contrarestar los efectos devastadores de lo negativo, no es adherirse al club de optimistas más cercano.
Es enamorarse. Así de simple.
Enamorarme es entonces mi único propósito para este año felino.
Jajajajaja
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarYa leí las historias. Son interesantes, aunque no es el tipo de literatura que yo disfrute.
Creo que hay un espacio para desarrollar la literatura erótica, sin correr el riesgo de caer en precipicios que la hagan soez.
Es decir, creo que expresas muy bien una serie de sensaciones interiores y que, luego, las precipitas innecesariamente hacia una brusquedad poco elegante.
No sé si te ayude con este comentario.
De todas maneras, es mi visión personal y, obviamente, está teñida de subjetividad.
Sigue adelante, por favor.
Anónimo,
ResponderEliminarMuchisimas gracias por tu comentario, creo que me ayuda mucho. El sexo para mi es todo menos lo elegante, y suele ser muy brusco. ja!
Si te animas a seguir comentando -sigue adelante, por favor- búscate un nick name, no? Para sentir que en efecto tus y mis comentarios van dirigidos a alguien que existe. Gracias de nuevo.
LOM