Me lo contó así, que una noche empezaron un chat desde el porno site, alguna noche de viernes de esas eternas y aburridas; se habrán caído en gracia porque después pasaron al chat del messenger. Risas, frases, alguna coincidencia. Tal vez muchas coincidencias.
Se encontraron en la misma esquina el siguiente viernes a la noche. Le escribió cosas que la calentaron, y ella se dejó calentar. Intercambiaron las líneas suficientes para subir de nivel y pasar al siguiente estadio. Web Cam.
Enfocando sólo una parte de ella y alguna de él.
Desde el inicio acordaron no conocer sus nombres verdaderos, ni mostrar el rostro, jamás.
Matilde pudo haber sido Eva, él Arcadio. Ella Liz, el Gustavo. ¿Qué más da?
Línea caliente, cyber sexo. Amor en línea y en tiempo real. Amor posible porque cabe en las 15 pulgadas de una pantalla. En un monitor de computadora donde en los márgenes se lee también lo tangible, basta girar la cámara un poco y hacer de una fantasía, una historia real.
En este universo on line todo está permitido, paraíso del voyeur, sitio de recreo donde cualquiera deseándolo, puede jugar a lo perverso, no hay límites –me imagino- para decirse todo desde el anonimato y protegidos desde esta trinchera electrónica.
¿Pero cómo, Matilde? ¿A qué hora enseñas, te tocas, si estás como loca en el teclado, escribe que escribe?
Se trata de ponerse unos audífonos, y entonces abandonarse a la rola del gemido; se pueden susurrar frases dulces y cursis más un montón de palabras sucias, literalmente en la oreja.
Una experiencia multisensorial, se lee y se escribe, se dibujan gemidos y se altera la respiración., un aire enrarecido de sexo.
Al siguiente viernes ella espera y él la encuentra. Hay vino en una copa y la luz muy tenue de un par de velas.
Hay una cámara que muestra el rastro que dejan sus caricias del muslo al vientre. Hay como mostrar todo en un encuadre donde se sugiere a la medida del deseo. Liz saca su juguete del cajón y bebe media copa de vino.
El la acompaña, la mira, le pone una rola, le pide que le muestre como se acaricia. La excita y Eva lo prende. Se masturba generosa para él, gime generosa, en la noche oscura sin fronteras. Y el la observa y se viene.
A la siguiente coincidencia en línea ella es capaz de provocarlo con la boca; porque le promete que está dispuesta a lamerlo, a chuparlo, a dejarlo sin aire. A arrancarle el alma desde ahí, succionando.
Como esa canción de Ely Guerra que canta:
te dejo, me dejo y siento tu venida
te dejo, me dejo y a veces creo en las mentiras
Liz estrena lencería, llena de encajes, escotes, ligas a mitad del muslo. Gustavo no puede estar más complacido.
Cada viernes juegan a lo mismo y se vienen. Matilde me confiesa que se enamoró profundamente sólo por la magia de que la tuviera con los ojos brillantes de sábado a viernes, a la promesa del siguiente viernes.
Muchos viernes.
***
Una noche recibí un mail de alguien que ha seguido este blog y en 2 horas intercambiamos varios correos. Me prendí leyéndolo y me vi enfrente del monitor, cualquier noche de estas, teniendo un orgasmo espectacular.
te dejo, me dejo y sudo de alegría
en la solitaria y vaya oscuridad, voy quitándome el deseo por ti
me consuela la serena inmensidad de las cosas que yo puedo sentir.
Y a veces me quedo quieta en mi utopia…
Tuve que cerrar el chat del porno para leer. Eso no está padre.
ResponderEliminary en ese chat del porno... has encontrado algo padre?
ResponderEliminarBesos semi porno soft!!! Al tono con la entrada.
bien por matilde, yo todavía necesito algo más tangible. y lo mejor es que te dice que te enamores de cualquier cosa menos de un hombre cuando ella misma se confiesa enamorada. aunque viendola bien pues no es de un hombre, es más bien de cualquier cosa (voz e imagen).¿no?
ResponderEliminarPrima 1,
ResponderEliminarMatilde es suprema! Me arrastra con su entusiasmo y me hace reir. Sobre todo le agradezco que me haya compartido su historia y su confianza para publicarla.
Beso pa'llá.
P:
ResponderEliminarGracias a Matilde por compartir su experiencia, ahora entiendo lo de enamorarse por internet. Maja deberías buscar por ahi chance y te enamoras como deseas, suerte !!
el deseo intertextual y la explecitud de las imágenes son un cocktail de sensaciones...jajaja no hay nada como enamorar y dejarte querer por alguien en la red... no hay nada mejor que la expectativa constante, la idealización de unas palabras o una fotografía... creo es inofensivo... o no?
ResponderEliminaratte. A calzón quitaoo...