jueves, 9 de diciembre de 2010

Muy Lindo: Domingo noche. Un chat


Muy Lindo es tan voyeur como yo, le gusta ver,
a mí me gusta que me vean
me coge con la mirada puesta en mi cara, como
si el pacto fuese no cerrar los ojos
jamás
me mira todo el tiempo y yo lo miro también,
eso me excita, que nos veamos
embiste duro
pero lo hace muy despacio,
me duele un poco y 
de tanto en tanto le pido que pare, 
un poco para respirar, para descansar o para
prepararme para la siguiente embestida

me dilato, me mojo. Soy una fuente, una cascada, un géiser…
en algún momento lo monto
me toma de la cintura como a una muñeca,
es un tipo no enorme, pero grande
fuerte, eso me gusta

me gusta como me toma con las manos,
como me rodea  con las palmas,
los huesos que sobresalen de mi cadera
que parece frágil pero no lo es
dibuja olas infinitas con mi pelvis,
como si ese pedazo de mi cuerpo le perteneciera, desarticulado del resto

me penetra con fuerza
respingo, un quejido muy leve, un soplo sale de mis labios
lo hago detenerse
te duele? pregunta,
me mira en silencio y antes de esbozar lo que imagino
es una sonrisa, afirma:
te gusta
sonríe franco, demoledor.

y ya que me ha descifrado
prueba en mi cuerpo y en toda mi piel
con mucho cuidado
todos los matices del dolor

***

Tecleo la última frase en espera de una respuesta; quien me ha leído en su pantalla, está muy lejos de aquí. Es un anónimo lector de este blog. No lo conozco en persona, pero nos conocemos desde hace algún tiempo.
Logré provocarlo con mis palabras y tengo la certeza de que aún sin verlo, tiene el cuerpo encendido. Calor que invita al calor, a una tormenta. Un volcán en erupción. 

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